SALUD BUCAL

Hábitos necesarios para lograr una buena salud bucodental en el Adulto Mayor

Irreversible e inexorable resulta ser el envejecimiento. Es un proceso que comienza en la edad adulta, haciéndose más visible a partir de la llamada tercera edad, desde los 60 años en adelante.

Estos cambios orgánicos y psíquicos afectan a todos los órganos, tejidos y sistemas del cuerpo humano, y van creciendo a medida que la persona va aumentando su edad.

Este impacto del envejecimiento también alcanza a la salud bucal, que se ve afectada por el paso de los años en conjunción con los hábitos de higiene oral que se tenga y el consumo o no de ciertos medicamentos asociados al tratamiento de enfermedades propias de las personas mayores.

Otro aspecto que se ve involucrado es el aislamiento al que se ven enfrentados quienes han sufrido pérdida dentaria, sean adultos mayores o no. Su valoración personal, su vida social se ven seriamente afectadas al sentir vergüenza al reír y sonreír. Por esto es sumamente necesario que todas las personas, independiente de su edad, vayan habitualmente a control odontológico. Eso si, hay que reconocer que en los últimos años el porcentaje de desdentados parciales o totales de la tercera y cuarta edad ha ido en disminución constante, según estadísticas del Ministerio de Salud.

Esta misma visión la tiene el Dr. Francisco Alarcón, Director de Pregrado de la Carrera de Odontología UC y Especialista en Periodoncia. “Cada vez recibimos más pacientes con denticiones prácticamente completas porque hay una mayor preocupación de la población. Las dos principales enfermedades de la cavidad bucal son de tipo infecciosas: las caries y la enfermedad periodontal, y si hay un adecuado control periódico con el dentista, la verdad es que sólo este factor por sí mismo puede mejorar la permanencia de los dientes en boca”, explica.

A continuación les dejamos tips a tener en cuenta para mantener los dientes sanos también en la tercera y cuarta edad.

 

  

Visitar periódicamente al odontólogo

El control periódico con un odontólogo es fundamental para ir evaluando y tratando a tiempo alguna dolencia que afecte a la salud bucal. Si se es un paciente de alto riesgo, debe visitarlo cada tres meses. Si se es de mediano riesgo, cada seis meses. Y si su nivel de riesgo es bajo, una vez al año. Este nivel de compromiso que se menciona tiene relación con factores como la dieta alimenticia, el consumo de medicamentos y la condición bucal del paciente al momento de su evaluación.

 

Vigilancia de enfermedades asociadas

La enfermedad periodontal se ve incrementada cuando en el paciente se dan otros factores de riesgo (o enfermedades) como el tabaquismo, la diabetes y el síndrome metabólico (grupo de trastornos que se presentan al mismo tiempo y aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2). Al considerar a la boca como la primera parte (puerta) de entrada del Sistema Digestivo, se reconoce una relación intrínseca (e inversa) entre lo que ocurre en esta parte del cuerpo y los sistemas del organismo humano (cuadros infecciosos-inflamatorios en boca pueden comprometer el curso clínico de enfermedades cardiovasculares, diabetes, y  patologías respiratorias). Dentro de este contexto, es importante comunicar al odontólogo el consumo de medicamentos que se realice, pues ciertos fármacos pueden tener una incidencia negativa en la salud odontológica.

 

Uso de cepillo dental adecuado

Al avanzar la edad del ser humano, se va produciendo un adelgazamiento de las estructuras que soportan la dentadura. Frente a esta situación, se deben usar cepillos de dientes con celdas suaves o ultrasuaves, nunca medias ni duras. Cuando existe en la persona problemas de artritis, se aconseja que aparte el cepillo deba tener un mango ancho, y en lo posible, que sea eléctrico. Son muy buenos en ciertos pacientes que tienen problemas de motricidad fina y no pueden controlar adecuadamente la placa bacteriana.

Se deben lavar los dientes después de cada comida, mínimo dos veces al día.

 

Usar enjuagues bucales y pastas dentales apropiadas

 Básicamente, evitar los enjuagues bucales con alcohol y preferir los que tienen alta concentración de flúor, al igual que las pastas dentales. 

 

Correcta mantención y limpieza de las prótesis dentales

Aunque actualmente cada vez más adultos mayores tienen todos sus dientes en boca, hay una gran población que debe recurrir al uso de prótesis que pueden retener placa bacteriana. Estas se deben higienizar correctamente después de cada comida. No hay que olvidar que hay cepillos especiales para la limpieza de prótesis y pastillas efervescentes que ayudan a lo anterior. Hoy existen diversas opciones con un paciente desdentado. Actualmente, es posible el uso de sistemas de anclaje de los aparatos protésicos mediante implantes dentales a los huesos maxilares. Esto permite dar una mejor retención a la prótesis, dando mayor seguridad y una mejor funcionalidad, además de una estética notablemente mejorada.

 

Buena alimentación = dientes sanos

El consumo excesivo de azucares, carbohidratos, bebidas gasificadas favorecen la desmineralización del esmalte dental y desarrollo de caries. Hay que preferir en lo posible una dieta sana y equilibrada.

 

UN CORRECTO CEPILLADO DENTAL

(Fuente: Guía Clínica “Salud Oral Integral para Adultos desde 60 años”).

 Figura 1. Colocar el cepillo a lo largo de la encía marcando un ángulo de 45° respecto de la misma. Una hilera de cerdas debe penetrar levemente debajo de la línea de la encía. Realizar movimientos de adelante hacia atrás unas 10 a 15 veces cada dos o tres dientes, para remover la placa bacteriana adherida a los mismos.

Figura 1.

Figura 2. Cepillar las superficies internas de cada diente utilizando la técnica del paso anterior.

 

Figura 1.

Figura 3. Colocar el cepillo verticalmente para cepillar la cara interna de los dientes superiores e inferiores.

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Figura 4. Cepillar las superficies de masticación, realizando movimientos de adelante hacia atrás.

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Figura 5. Cepillar también la lengua para obtener un aliento más fresco y eliminar bacterias.

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